viernes, 5 de diciembre de 2014

Construcción de noviembre



Un arcoíris en palabras para la muestra de Santiago Iturralde.







El clima entró en loop:
                                 hace un calor espantoso,
                                 refresca.

Trazos de colores cubren las paredes,
                                        en papeles,
                                                         pinturas
                                                           y telas.
Amigos que se encuentran, charlan y beben
                                                                 en la vereda.
Ivo y Mirko me visitan,
cenan un huevos fritos gigantes que les preparó El Tucu.

La lluvia se guarda un rato,
mientras las cerámicas rojas organizan un plan de
                                                                        experimentación.
Sonidos
             que desinflan y explotan como globos cortados a cuchillo.
             Enjambre de objetos que suenan sobre la mesa,
             un par de vientos que mueven los cuerpos.
Unos brazos envuelven mi cuerpo,
el frío se detiene, es solo un instante que se alarga placentero…
y se esfuma,
                    disuelve,
                                   enloquece.
La lluvia regresa.
Me acuesto y el gato se acomoda lleno de ronrones en mis piernas.

Los niños dibujan en un papel sobre la pared.
Es un imán que los atrae y abstrae.
El resultado: una nave espacial que abduce un grupo de gente,
las siluetas humanas lucen algo libidinosas,
el fondo es verde intenso y luminoso.
Un globo amarillo cruza Salguero a la altura de Rivadavia.
Casi que lo toco en el aire
pero su recorrido es todo azar.

Palermo, Almagro, Boedo, 
Caballito, Flores, 
Villa Santa Rita, Villa Gral. Mitre,
Paternal, Villa Crespo.
La bici me viaja de noche.
Nos damos saques de tilo.
Nos perdemos en la fluorescencia nocturna de los jacarandás.
Cubrimos las ruedas de naranja, mientras vemos a las tipas deshacerse de sus flores 
como si nada.

Siempre llueve en noviembre, pero este año no llovió en mi cumpleaños.
Hacía tiempo no se pasaba así de volando el tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El día que en primavera esta ciudad no llueva jacarandases.. me iré con la música a otra parte...mientras tanto..
cata

(Che, me cag... porque acá también hay captcha!!!??? y si quiero SER un robot que!!.. llamen al inadi me discriminan!! esto es "biologismo"!)

Unknown dijo...

Igual hay que probar los jacarandases de otras ciudades.

Recordá que estás colaborando con la digitalización de libros. El captcha será porque firmás como anónima, yo no lo puse.