sábado, 31 de diciembre de 2011

El comportamiento de los pájaros

Estudios científicos sobre el comportamiento del vuelo de los pájaros exponen diversas teorías que seguramente abarcan miles de páginas, para no extenderme demasiado, aquí resumiré tres casos concretos -que por supuesto nada tienen que ver con los estudios del comportamiento del vuelo de los pájaros-, a saber:


1) Es costumbre que la bandada multicolor se mueva en muchas direcciones. No son uniformes sus integrantes, ni en aspecto, ni en andar. Cada uno traza un camino diferente, y si forman un conjunto, de apariencia uniforme o que luce cierta afinidad, es tan solo porque quedaron atrapados en el mismo tejido, y no les quedó otra. Balancean sus alas mientras el paso, cada tanto una ventolina los descoloca invirtiendo su vuelo, pero siempre en direcciones azarosas. La bandada multicolor se pasea un poco esquizofrénica, sin ton ni son.

2) A veces pasa que llueve – llueve muy seguido en verano y la que escribe, prescinde de paraguas- entonces la bandada multicolor se pliega sobre el tejido. Las plumas se atascan, el vuelo se impide. Se apelotonan amorfos sobre la piel como huellas de una intención de vuelo. Pueden seguir así hasta que la evaporación del agua las libre, suerte que el tejido es ligero y se seca pronto, para volver al desandar habitual. Un poco crispado primero, desordenado después.

3) Sin embargo, extraños sucesos sobrevienen esporádicamente. Las ocasiones son las menos, me atrevo a escribir que casi únicas. A veces pasa, en el claroscuro de la noche, que la bandada multicolor acuerda un vuelo uniforme. Los integrantes giran sus alas deprisa, y muy seguras, casi salvajes, se deslizan todas en una misma dirección. Sí, logran un único sentido, sublime, que hasta parece unificarlo todo en un individuo. Tal energía generan que el tejido que los atrapa se desliza y aleja en un vuelo de la piel. Se siente como caricias, como de manos de pianista.


Compré hace unas semana un libro con ilustraciones de pájaros, lindas como la que acompaña esta entrada. No me di cuenta que llevaba el vestido de los pájaros, el puestero de la feria del mercado de San Telmo, me rebajó el libro sin petición mia, es verdad que yo llevaba unos minutos apreciando los dibujos y sin decidirme. Por cierto lo pagué la mitad de este anuncio de mercadolibre. ¡Hay que recorrer!

lunes, 19 de diciembre de 2011

El bosquecito



Es difícil adivinar quién se esconde entre los pastos, pero no imposible. A veces hay sorpresas y logran descubrirla, apenas un rato.
Ahí estoy en un autoretrato que hice con mi lata cuadrada, faltó un pedacito de cabeza pero bastante bien la toma. Se ve el movimiento del pelo y del pino del fondo.
Estoy tratando de conseguir voluntarios para hacer una serie de fotografías ahí. Luego también queremos hacer alguna muestra ahí, entre los árboles.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Viento



¿Cuál es el límite que hay que poner al viento cuando insiste en quitarnos la ropa en la calle? ¿Debemos luchar contra él –y entiendo contra la “naturaleza”- y sostener las prendas* mientras caminamos? Un acto despojado de toda elegancia, la poca lograda a lo largo de los años. Una resistencia pudorosa y civilizatoria.
¿O simplemente nos entregamos a su objetivo? En un acto liberal y bárbaro.

No lo sé, yo voy un poco y un poco, como con todo.



*Las faldas en particular



Jackson Pollock, number18, 1950