viernes, 29 de agosto de 2008

A Tod Browning se le ocurrió antes

El viernes pasado gracias a una invitación de Sole*, fui una vez más a una sala de teatro. Admito que el teatro mucho no me atrae, la exageración, los modos, la inmediatez y cercanía con el intérprete solo logran alejarme; pero cada tanto, por h o por b (¿Por qué se usa b y no v, eh?), entro a una sala. En este caso la obra no era más que cinco personas en escena que demostraban sus habilidades para tirarse al piso, saltar, correr, hacer olas, y uno de ellos, algo de música. El público reía, pero vieron que siempre hay gente que ríe y uno no entiende muy bien por qué. Algunas cosas zafaban, claro que hubieran tenido sentido si acompañaban algo más, porque la no historia o eso que no se llega a comprender del todo están bien cuando conducen a algo más, pero la nada representada solo como destreza física: no motiva; aunque a mí me provocó recordar mis incursiones en la danza contemporánea y los quichicientos de moretones y golpes que había adquirido en tan solo tres clases. No resistí más que eso. Por momentos pensaba mirá vos che, todo lo que nunca me hubiera salido. De regreso a la sala, una vez más, lo mejor de toda la obra fueron las luces del fondo del escenario. Dispuestas a distintas alturas, había entre veintitrés o veintisiete (ahora no recuerdo) plafones opacos redondos que se sostenían con pies negros que, claro, no se veían. Luciérnagas gigantes aunque no sé si muy furiosas.

Otro momento que dio para el comentario fue cuando un par de los atletas interpretaron unos enanos, uds ya se imaginan como, y cantaron una canción o algo así. Sole me dijo que parecían “Los Grosos”, con mi habitual desconexión de la realidad y la tv no tenía ni idea a que se refería. Ya terminada la obra, en la puerta comentamos la nada y dije, por lo menos lo de los enanos estuvo bien. Ahí recibí la explicación de quienes eran “Los Grosos”. Hoy masbath subió una foto de ellos, me acordé y fui en su búsqueda en la Biblia que es youtube . ¿No me digan que ustedes tampoco conocían a esta banda que estalla en la tarde de la tv nacional?

Bueno che con algo había que re-comenzar a contar cosas.


*Sole es una prueba más de mi incapacidad de comunicación. Una historia del mundo-pañuelo y caminos que se cruzan, como los que se ven en la foto del título del blog. Algún día la contaré.

lunes, 25 de agosto de 2008

de la Quebrada de Reyes


La abulia se fue perdiendo, con los cuatro gritos de enojo que pegué hoy en el laboratorio no queda duda, pero hay tareas para hacer en estos días. Supongo que el miércoles al regreso de las clases algo escribiré.


la harina del Carnaval
le pensamienta las sienes

jueves, 7 de agosto de 2008

Vergüenza

Yo quiero mucho a mi nombre, pero hoy preferiría tener otro.

lunes, 4 de agosto de 2008

Rodin en el MNAD

« No hay más fealdad en el arte, que aquello que carece de carácter, es decir aquello que no ofrece ninguna verdad exterior ni interior. Es feo en el arte lo que es falso, lo que es artificial, lo que trata de ser bonito o hermoso en lugar de ser expresivo, o que es amanerado o preciosista, lo que sonríe sin motivo, lo que carece de alma y verdad, todo lo que no es más que alarde de belleza o gracia, todo lo que miente…” Auguste Rodin

Las manos nos muestran aquello que la no-mirada pretende y prefiere esconder. Mirar las manos es una respuesta, dejar que ellas expresen, también. Las manos son sinceras.
Hoy, mientras caminaba para llevar unos estudios al médico, pensaba en qué quería escribir de la muestra de Rodin; al pensar en las manos y su naturalidad empecé a repasar mentalmente manos conocidas. Las describía entre el aire húmedo, unas pocas trajeron sus rostros, tarea innecesaria para la mayoría. Manos más o menos conocidas, bellas o da
ñadas, suaves o torpes, raras, como las mías. Lamentablemente mis manos nunca logran tipear lo que se piensa mientras se camina, viaja en colectivo o anda en bicicleta, mi vagancia y dispersión (estuve como una hora buscando una imagen de las manos que me agradara) se encargan de disolverlo. Así que aquí están, escondidas en mi memoria, las imágenes que nunca iba a poder describir como es debido.

Antes de pensar en las manos, aunque siempre pensé en ellas, iba a escribir esto:

Yo no soy quien para hablarles del Museo de Arte Decorativo, menos para hablarles de Rodin, la escultura y el arte, y menos, mucho menos, para hablarles de amor, pero no dejen de pasar por Av. Del Libertador 1902 para encontrarlos.
Primero insultarán con todas sus ganas a aquellos que alguna vez fueron dueños de ese palacio; luego, con un sentimiento de traición y culpa, podrán disfrutarlo. Los que pueden, prefieran darse una vuelta en horarios de gente que no trabaja, así no se encuentran con mucha gente y la culpa es mayor. Prefieran también, ver la muestra “La Era de Rodin” y dejar el palacio para otra oportunidad, aunque es imposible no perderse entre ambos. Recordaba de alguna visita anterior un biombo de una dinastía China, y ahí estaba: Época Kang-Hi (1662-1722) , algún día lo voy a robar.





La imagen de la mano la encontré acá.

Le regalo a Euge para que sueñe "La ola" de Camile Claudel, que también se puede ver.