martes, 31 de julio de 2007

La vida después de la muerte y el fotoperiodismo


Por fin ví Alter Life, película de 1998, una de las primeras orientales que llegaron a estos lados por medio del bafici, no sé si tuvo un estreno comercial pero es muy conocida, hasta la pasó Boy Olmi cuando tenía ese ciclo de cine independiente en canal 7. ¿Recuerdan que para presentar cada película ponía en escena una “super-producción”, que a veces era mucho más entretenida que la película, y otras no tenía nada que ver, o se extendía muchos minutos sin demasiado sentido? Un maestro. Se ve que yo me dormí cuando dieron esta peli y mis recuerdos eran un poco borrosos, siempre pensé en alquilarla y hace un par de semanas la compre de oferta en musimundo junto a “Con ánimo de amar” y “El Rey de las máscaras” (ésta sí que no la ví y mucho no me interesa)

El argumento es muy simple, las personas al morir llegan a una especie de albergue u hostería, allí son recibidos por un grupo de personas que serán los encargados de filmar un recuerdo de sus vidas. Las reglas son las siguientes: cada muerto tiene tres días para elegir ese recuerdo, se filma y será el único recuerdo de sus vidas que les quede eternamente. ¿Qué problema, no?

Imposible elegir un momento, quizás pueda elegirlo, pero querer cambiarlo luego. No, por favor, no me pongan en ese brete, al fin y al cabo no quiero la eternidad.

Imposible también, no poner a ejercitar la memoria para buscar un recuerdo con el que quedarse, por suerte no estoy muerta aún, aunque a veces lo parezca.

Decidí por mi cuenta cambiar el argumento, simplificarlo en lo que respecta a la toma de decisiones, pero complicarlo a nivel producción. Preferiría llevarme un álbum con instantáneas tomadas en distintos momentos a lo lardo de mi vida, de esas imágenes que quedan guardadas, sin necesidad de cámara, cuando las coordenadas tiempo y espacio las ameritan.

Siguiendo con las instantáneas, en un paseo de tarde de sol, previo a la vista de la película, hice una visita a la muestra anual de Fotoperiodismo que se inauguró el jueves pasado en el Palais de Glace. La entrada es gratuita y se puede ver hasta el 26 de agosto. Es como hacer una recorrida circular por el año pasado en 40 minutos, o el tiempo que les lleve recorrer el primer piso del palacio. Los recuerdos van y vienen, algunos se sienten más que otros, yo no pude evitar involucrarme y hasta sentirme un poco ridícula en ser parte de alguna de esas situaciones, por más que intentemos diferenciarnos somos parte del todo.

Después de ver la película quise una hueste de esos reporteros para armar mi book de recuerdos.

Ah claro: ¿qué recuerdo/s se llevarían ustedes?

viernes, 27 de julio de 2007

Primis


Aquí estamos las cuatro de izquierda a derecha, La, Ce, Li y Lu... no somos hermosas? Si clickean en la foto se ve más grande, ah de fonfo el Paraná.

martes, 24 de julio de 2007

lunes, 23 de julio de 2007

Chica Rutera (I)

Lo único que quería y necesitaba el viernes por la tarde era subir a un micro y sentir el placer de transitar por la ruta, mayor disfrute a esa hora en la que todo se cubre con los últimos rayos de sol, no pretendía ver un rayo verde, me conformaba con ese tono apenas cálido del sol de invierno; pero una tonta decisión lo arruinó todo. El viaje a Rosario que tendría que haber sido un trámite de 4 horas, quizás un poco más, debido al tráfico de un viernes inicio de vacaciones, pasó a ser una tortura de casi 8 horas.

Llegué a Retiro pasadas las 18, había estado esperando en ciudad universitaria el 45 como 20 minutos que luego se demoró bastante en el recorrido. Los micros a Rosario salen cada hora de tres empresas distintas, algunos en punto y otros y media, al llegar a las boleterías veo un par de carteles anunciando el próximo micro a las 19 horas. Que pena, iba a tener que estar esperando en esa terminal impregnada de gente y no tenía ganas (¡se me iba el sol de la ruta!), seguí recorriendo hasta que escuché el anuncio de un micro de la empresa San José para las 18:15, fui a la boletería y me vendieron un pasaje para las 18:15 con horario de llegada 22:30, destino final Taboada. Corrí a la plataforma, saltando pertenencias, menores y gente, ví dos micros con el cartel de 18:15 pero ninguno con mi destino, pregunté, pregunté y pregunté, hasta que uno un poco informado que me dijo que el micro ese estaba retrasado porque venía de Liniers. Ahí empecé a sufrir.

El colectivo no llego hasta las 20 horas, todos salían menos el mío, en ese tiempo yo veía como El rosarino, Chevalier, Urquiza, Empresa Argentina y hasta El pulqui (el más trucho de todos) desfilaban delante de mis narices con destino Rosario. Para esa altura ya quería matar al boletero, al que anunciaba los micros, la que estaba esperando a mi lado con dos criaturas, el que se paraba cerca a fumar y a todo el mundo que respiraba en ese lugar, cr incluída, culpable de todo por tan mala elección. Había entrado en cólera y quería estallar en llantos, romper cosas o irme a mi casa a tomar mate, cuando estaba por hacer esto último llegó el micro.

Seguí quejándome mientras subía y uno de los que organizaba el tránsito de pasajeros me dijo que si iba a Rosario, le hubiera dicho que me podría haber ubicado en cualquier micro, (les puedo asegurar que cada 5 minutos le mostraba mi pasaje y preguntaba por el micro. El pasaje decía Rosario). Decidí que ese sería quien más sufriría en mi gran matanza, pero ya estaba arriba y todo se fue calmando, en gran parte gracias a Mogwai, Zidane y mi mp3, excelente sedante.

No, quédense en sus sillas que ahí no acaba la historia, a la altura de Campana el micro se detuvo a subir comida, pero a diferencia de otros micros paró el motor. Habían pasado 10 minutos o menos y como nadie subía a aclarar nada, bajé indignada a ver que pasaba. El micro se rompió, me dijeron. Empecé a los gritos, a pelearme con todos, a decir que para esa altura tenía que estar en Rosario, que me lleven ahí como sea pero que no pensaba quedarme varada en la ruta. Con tal de sacarse de encima a esa histérica, o sea yo, me subieron al primer micro que venía detrás cuyo destino era Godoy, Formosa, y pasaba por Rosario.

Seguimos otro trayecto en la ruta, el micro respiraba demasiado calor humano y yo me estaba asfixiando, empezaron a dar Babel y la sacaron a la hora, creo que era laúnica que le prestaba atención. Llegamos a San Nicolás, entró como todos los micros, pero no se detuvo en el parador a metros de la ruta, no, siguió hasta el pueblo. Mi cara, ya no tenía nombre, a esa altura no me importaba mi destino, solo quería bajarme. En la terminal, les pedí a los choferes si prendían el aire o si me dejaban sentar abajo con ellos, me concedieron ese deseo, así que terminé mi viaje en la escalerita del micro, charlando con los choferes y con aire. Si creen que de ahí volvimos directo a la ruta, se equivocan otra vez, nos detuvimos en el parador y esperamos unos cuantos minutos unos pasajeros que debían subir ahí, uno de los conductores lo busco por todos lados pero no aparecían, creo yo que como el micro tenía 3 horas de retraso, se habían cansado y prefirieron dormir en sus casas y viajar otro día; o quizás se habían desintegrado, no sé.

Llegué a la terminal de Rosario a las 2 am del sábado, y prima Laura pasó a buscarme. Por suerte me habían dejado un poco de comida y bebida.

sábado, 21 de julio de 2007

domingo, 15 de julio de 2007

Los próximos pasados

La historia absurda de un mural encerrado desde sus orígenes


Mi interés por el documental Los próximos pasados, de Lorena Muñoz, estuvo promovido más por ella, que me había comprado con Yo no sé que me han hecho tus ojos, su trabajo anterior, que por el mural de Siqueiros. ¿No me van a negar que la historia de un mural que fue encerrado y olvidado en un container, es mucho más atractiva que el mural en si mismo?

El documental, esta dividido en dos partes, la primera muestra el encuentro de una sobrina de Natalio Botana y los hijos de Castagnino y Berni -ambos pintores colaboraron en la construcción del mural-, con la casa quinta donde estaba la obra, y que ellos habían conocido de pequeños. El hecho es que de la casa solo queda una torre que supo ser cuidadora de interesantes momentos de las fiestas que allí se celebraban, pero el resto no es más que un terreno baldío. Con ayuda de fotos, y de su propia memoria, los visitantes tratan de re-construir la casa, el documental ayuda con material de archivo, como fotos muy borrosas, clásicos videos familiares y algunos chismes de intelectuales de la época. Esta parte es un poco aburrida, salvo por los chismes, entonces mi mente viajó hasta llegar a esa situación, que mi casa ya no esté... preferiría que nunca llegue ese día o no vivirlo.


La segunda parte muestra la magnífica obra de ingeniería que fue desmontar el mural y guardarlo con sumo cuidado en las cajas de metal, y la artesanal tarea de un grupo de artistas encargados de reconstruirlo en una maqueta a partir de fotos del mismo. Luego viene la simple, pero judicialmente bloqueada, búsqueda de los fragmentos asfixiados.

Recomiendo hacerse un hueco para ir a ver Los próximos pasados, una perfecta descripción del absurdo:

  • de entrada es extraño que un artista como Siqueiros acepte pintar un mural en el subsuelo de una casa quinta de un millonario como Natalio Botana. En realidad esto es lo que menos me importa y lo más simple de explicar -ni muy muy, ni tan tan-; lo fantástico de la historia, que por momentos me hizo dudar de su veracidad, es que bien podría ser eso: una gran historia de ficción.
  • La paradoja que una obra de arte, con toda la chance de haber sido olvidada, sea reconocida fundamental para Latinoamérica, se intente recuperar, se invierta mucho en eso y se pierda de todos modos. Todavía no puedo creer la energía invertida en recuperar el mural, para que termine arruinándose en 4 contenedores al resguardo de la atmósfera.
  • Por último, el valor monetario que la obra ha adquirido en este proceso, podría decir que simultáneamente lo ha perdido, al estar el mural completamente arruinado, pero confío en el mercado del arte y es probable que un fragmento de ese cascote llegue a costar unos buenos pesos.
Lorena Muñoz es una excelente directora y una vez más logra unas imágenes de una belleza absoluta. Ah, el mural no estan feo como mi imaginario lo esperaba.

martes, 10 de julio de 2007

Destruyendo mitos


Debo admitir que mi balcón nunca lució un copo blanco bien definido, mi cámara sólo logro tomar luz muy difusa cuando disparé reiteradas veces al aire, el único instante que estuve en el exterior estaba lloviznando, y al sacar mi brazo por la ventana para atrapar al menos un cristal de esos que volaban -que bellos son-, lo único que logré fue mojarme; a pesar de todas esas negaciones, la nieve existió, y muchos otros la vieron y jugaron con ella.

Muy impresionante, no por la nieve en sí misma, sino por estar el día que un gran mito de antaño logró materializarse… veremos volar vacas algún día?

viernes, 6 de julio de 2007

jueves

Pañuelos y bufandas cubriendo las caras. Ojos pequeños por el frío y la tos, que escuchan más que los oídos. (Ya saben que me gustan los ojos, podría estar mirando ojos siempre). Ropas que casi se rozan en un contacto impedido por la humedad. Una cartel verde que engaña con ser el último del día. La inercia de volver. El tiempo fue más corto o escapó por otro lado. Monedas que no alcanzan y un chofer benévolo. Una plaza solo de vallas y policías. Luces difusas y algún que otro auto. Carteles electrónicos que aún prometen un viaje. El último subte esperándome con las puertas abiertas, todas. Demasiada luz en el vagón. Un silbato. Llegar a casa y prender la compu otra vez.

martes, 3 de julio de 2007

Love is dead..................................................... ?


De pronto el disco solista de Brett Anderson se convirtió en la banda de sonido perfecta para el relato de una historia de amor que aún no esta resuelta... casi como todas.

Y sí, a mi el disco me gusta, es que la Brett me puede.

Quien contó la historia es un dulce, pero nada de enternecimiento lo voy a matar igual! Es que jodió tanto que tenía que conectar la salida de audio del dvd al equipo, para escuchar mucho mejor, que ahora me dejó sin sonido la compu, como yo tengo media espalda paralizada no puedo volver los cables a su lugar sin sufrirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr. Eso no se hace.