Una de las materias de las que soy docente hace ya unos cuantos años, se desplaza un poco de las materias habituales de la formación en ciencia y tecnología, y la comparto con un docente del área de sociales. Recuerdo una entrada pasada donde contaba algo de esta actividad.
La idea general del Taller es activar un poco a los alumnos universitarios en la lectura y la escritura, y presentarles la idea de que la actividad que puedan desarrollar al finalizar sus carreras científicas nunca será algo aislado e independiente de la sociedad. Entonces cada año elegimos un tema como eje principal, a partir del cual, seleccionamos textos de todo tipo para armar el programa. Siempre tratamos de tener cierta coherencia, pero si conocieran al resto del grupo…
Este año el tema en cuestión es el de la alimentación, con muy poca originalidad y menos academicismo, lo llamamos “El hambre y las ganas de comer”. Siempre pasa que una vez acordado el tema, los cuatro integrantes –dos comisiones- empezamos a buscar en la memoria, en bibliotecas, en google y en los amigos: la bibliografía y demás material. Eso sí lo tomamos en serio y pensamos en función del tema, entramos a una librería y lo primero que hacemos en buscar algo de alimentos, leemos el diario y vamos a la bolsa de cereales, revisamos la videoteca en búsqueda de películas de grandes comilonas, y así estamos medio obsesivos un tiempo hasta que el programa tiene cierta forma. Por supuesto que después reclamamos sueldo extra por cambiar casi por completo el programa todos los años, pero solo nosotros escuchamos nuestras quejas. Será que al final no la pasamos tan mal en la búsqueda.
Comparto aquí un poco de alimento con el que me encontré en esa búsqueda: Asado en Mendiolaza de Marcos Lopez, imagen que se me presentó inmediatamente cuando el jueves por la tarde nos reunimos a definir las unidades del programa. Seguramente servirá para algún trabajo. Las primeras fotos que vi de Marcos Lopez, fueron sueltas en alguna muestra, o medio gráfico y no lograba convencerme, pero hace un tiempo recorrí la obra completa y me resultó muy interesante.
Acompaño con un fragmento de "El río sin orillas" de Juan José Saer, autor que en breve estará en mi biblioteca:
Es que la carne de vaca asada a las brasas, el "asado", es no únicamente el alimento de base de los argentinos, sino el núcleo de su mitología, e incluso de su mística. Un asado no es únicamente la carne que se come, sino también el lugar donde se la come, la ocasión, la ceremonia. Además de ser un rito de evocación del pasado, es una promesa de reencuentro y de comunión. La idea general del Taller es activar un poco a los alumnos universitarios en la lectura y la escritura, y presentarles la idea de que la actividad que puedan desarrollar al finalizar sus carreras científicas nunca será algo aislado e independiente de la sociedad. Entonces cada año elegimos un tema como eje principal, a partir del cual, seleccionamos textos de todo tipo para armar el programa. Siempre tratamos de tener cierta coherencia, pero si conocieran al resto del grupo…
Este año el tema en cuestión es el de la alimentación, con muy poca originalidad y menos academicismo, lo llamamos “El hambre y las ganas de comer”. Siempre pasa que una vez acordado el tema, los cuatro integrantes –dos comisiones- empezamos a buscar en la memoria, en bibliotecas, en google y en los amigos: la bibliografía y demás material. Eso sí lo tomamos en serio y pensamos en función del tema, entramos a una librería y lo primero que hacemos en buscar algo de alimentos, leemos el diario y vamos a la bolsa de cereales, revisamos la videoteca en búsqueda de películas de grandes comilonas, y así estamos medio obsesivos un tiempo hasta que el programa tiene cierta forma. Por supuesto que después reclamamos sueldo extra por cambiar casi por completo el programa todos los años, pero solo nosotros escuchamos nuestras quejas. Será que al final no la pasamos tan mal en la búsqueda.
Comparto aquí un poco de alimento con el que me encontré en esa búsqueda: Asado en Mendiolaza de Marcos Lopez, imagen que se me presentó inmediatamente cuando el jueves por la tarde nos reunimos a definir las unidades del programa. Seguramente servirá para algún trabajo. Las primeras fotos que vi de Marcos Lopez, fueron sueltas en alguna muestra, o medio gráfico y no lograba convencerme, pero hace un tiempo recorrí la obra completa y me resultó muy interesante.
Acompaño con un fragmento de "El río sin orillas" de Juan José Saer, autor que en breve estará en mi biblioteca: