miércoles, 3 de marzo de 2010

Adicciones

La inmediatez, cualidad esquiva de este espacio, pudo ganarle esta vez a la entrada de la ciudad Tsai Ming Liang, que ya lleva casi diez días en un archivo inconcluso y que probablemente siga así, o tome otro rumbo, o reaparezca en la próxima inundación.

Para no contradecir mis costumbres esto llega un poco tarde.

El lunes por la noche la película comenzó, como suele suceder en el piso 10, puntual y con reordenamientos. Los que llegan tarde y atraviesan toda la fila entre los sentados, para ubicarse cuando ya están los títulos; los sentados que exteriorizan su enojo en voz alta, o se levantan, se mueven por la fila y se paran unos segundos delante del tardío ; los otros sentados, no damnificados por los tardíos, pero que exteriorizan su enojo con los que vociferaron antes y retrucan un más fuerte shhhsh; los de las bolsas de nylon; los de la tos seca; los que se enderezan en las butacas provocando un ladeo en cadena, y alternando los lados, de cabezas; los conocidos de siempre.

No entiendo para qué llegó el color al cine, pensé, una vez que se silenció la sala y ya habían pasado unos cuantos fotogramas de “La nostalgia de Veronika Voss”
(Die Sehnsucht der Veronika Voss; Alemania Occidental, 1981). Así está mejor. Mientras seguía a la protagonista en ese juego de luz y sombra proyectado por el director, recordé aquello mencionado hace tiempo aquí, las ansias de una vida en blanco y negro. Si, así es mejor, más bello, más puro. Pero Fassbinder no es Truffaut, es más duro, ¿será el lenguaje? Fassbinder es terrible. Los pensamientos ajenos a la trama de la película siguieron por un rato, el periodista y su novia discutían, yo disfrutaba del saber que me gustan esas películas que me permiten pensar en otras situaciones, que aunque aparentemente no tengan relación alguna, son las imágenes de la pantalla las que lo logran. Pero de pronto, no sé que sucedió, estaba metida de lleno en la historia de la película, intrigada, asustada, casi asfixiada, tuve esa sensación de querer salir de ahí, de que termine de una vez toda esa situación. Salí de la sala repasando mis costumbres. Cuando desaté la bicicleta, descubrí la luna enorme, brillando entre nubes tenebrosas. La velocidad de los autos hacia ella, las luces de carteles y semáforos puntuaban con colores el cielo que parecía más oscuro que otras veces. No dejé de mirarla. Al subir por Córdoba quedó a mis espaldas, y la sentía, trataba de apresurarme para escapar y poder tenerla otra vez en la mira. Pedaleé pensando todo esto y muchas otras cosas. Son perfectos los escritos que hago en la bicicleta ¿Qué otra adicción tendré además del mate amargo por la mañana?

14 comentarios:

andal13 dijo...

Ah, es el segundo comentario lunar que te mandás en pocos días (aunque empezaste con la película y el blanco y negro). Más allá del interés y la cantidad de pensamientos/sensaciones/emociones que dispara tu post, me quedé enganchada con el tema de la luna, porque soy enormemente lunática, lunadicta o selenófila, no sé cómo se dirá. Y casualmente anoche, que hubo luna llena pero no tanto (empezó a menguar despacito), estuve como una hora acalambrándome los brazos para fotografiarla (hace poco que tengo cámara digital, pero no trípode), y al final logré varias tomas en las que se ven algunos de sus cráteres.

Ah, y una luna llenísima que recuerdo fue una que vi justamente en Buenos Aires, hace muchos años, al cruzar Callao...

Anónimo dijo...

"...No ves que va la luna rodando por Callao"
La balada para un loco! que lindo..
cata

laconicalambada dijo...

LOBIZONA. Diría mi mamá. Así nos dice a todas las personas que somos influenciables por la luna. Muy hermosísimo post.

Unknown dijo...

Eso es lo más fascinante,nunca salgo a buscar la luna en el cielo, simplemente ella está ahí y se me aparece.

Era otra parte del post que se perdió en la bici, veo lo que me rodea, quizá aún no logro percibir bien las cosas, pero sí las veo. Me sorprende que los demás no lo hagan, pero no todos vieron esa luna.

Cata: sí, pensé en esos verso aunqeu estaba en Corrientes.

Lacónica: Si su madre lo dice... amén.

Unknown dijo...

Andal 13: le sacó fotos, aunque no tenga zoom y tenga que explicar eso de ahí es la luna. Igual me gustan y también me acalambro los brazos.

andal13 dijo...

Ah, tengo fotos de esas también...!
"Ese puntito blanco es la luna llena..."

Anónimo dijo...

CR, perdón pero lo de callao era por andal13! jaja..
Para fotografiar la luna lo mejor es conseguirse un trípode y dejar ahi que se imprima la imagen con tiempo..y que alrededor no haya mucha luz..lo que en medi de la city es casi imposible (seehhmposible..como diría "juan carlos pelotudo")
cata

Unknown dijo...

Sí, perdón que metida soy, pero pensé lo mismo el leer su comentario y al ver mi luna.

Hay una serie de fotos sobreexpuestas de la pampa nocturna que están buenísimas, pero no puedo recordar el nombre del autor.

laconicalambada dijo...

yo ahora que anduve en la costa, en un lugar con mucho mucho bosque, flasheaba con la luna entre los pinos, pero todas las fotos son cualquier cosa, tengo que andar explicando como decís vos...

Unknown dijo...

Sí tal cual, sino hay que tener un buen equipo, pero esas fotos tan perfectas no me conevncen, para eso busco en la NASA, me gustan más las que hay que indicar.

Para no dejar luna de la cual hablar, el sábado a la noche estaba en una bonita terraza por el barrio de Monserrat y en un momento dado me di vuelta hacia un lado para hablarle a una amiga y zas, como quien no quiere la cosa, se me apareció la luna partida al medio entre una antena gigante. Apenas se veía detras de los fierros, ahí la ví, la señale y los demás ni bola.

Hay unas bonitas canciones de la luna de una banda que me gusta mucho, las voy a buscar.

Unknown dijo...

Ah era yo que me olvidé de cambiar de cuenta.

Además siempre es mejor cuando se saca la foto sin cámara y queda egoístamente guardada en nuestra memoria.

Anónimo dijo...

Ay si..es más lindo ser egoísta..pero hay que ser todo un Funes recordando sino se pierden los detalles!
cata

Unknown dijo...

Egoistamente y subjetivamente.

Funes hay solo uno.

Unknown dijo...

Así es nomás, salí del patio de los Tilos del CCR y me encontré con la luna, en el cuarto que me faltaba.