Revisando fotos un día me di cuenta que tenía ventanas como blancos reiterados, las tomas en general eran desde el interior de una habitación al exterior. ¿Es más cómodo jugar con la cámara donde nadie me ve?, o, ¿quiero escapar a algún lado?. La primera pregunta se responde fácilmente, sí, por supuesto, puedo jugar con mayor libertad en mi casa sin que nadie me observe, o que yo crea que lo están haciendo. La segunda no puedo responderla, supongo que alguna explicación psicológica ha de tener.
Obviamente una vez que me di cuenta de esto ya fue un poco adrede y a las ventanas se les sumaron puertas. Ambas son estáticas y parece que se dejaran fotografiar fácilmente, ahora cada vez que tomo una foto de alguna de estas aberturas digo que es para mi colección. Pero no voy por la calle buscando una puerta para fotografiar, siempre me pasa que primero me llaman la atención y después pienso en la foto. Es más tengo muchos lugares de la ciudad en la mente y aún no están en foto.
Esta es mi foto preferida de las vacaciones, ciudad de Cachi en Salta, lugar super atractivo que no pude conocer, solo pasar y robarme algo de él ... en fotos.
Cada vez que vuelvo a revisar fotos y me reencuentro con ventanas y puertas ya conocidas, nunca me dejan de resultar inquietantes, misteriosas. Me siento indiscreta viendo por ellas, mi imaginación se pierde conjeturando historias para cada una.
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