miércoles, 1 de marzo de 2006

Subterráneos

Los subtes son un medio de transporte que tienen un atractivo especial. Una especie de magia los envuelve. Al igual que los trenes, tienen la capacidad de transportar una gran cantidad de personas al mismo tiempo, y nadie puede ver quien las conduce. Todos los usuarios sabemos que hay un chofer pero no lo vemos, no tenemos acceso a él, si esta o no el coche se mueve igual. El conductor podría ser virtual no nos importa. Otro atractivo es el de viajar bajo tierra, escaleras mediante nos sumergimos en otro mundo. Allá afuera, en el mundo exterior, el real, puede estar pasando cualquier cosa, nosotros no lo sabemos. Indicios de lluvia por el nuevo ingreso de pasajeros mojados, pero ¿qué más podemos saber? Si se produce una manifestación en contra de las personas que usan ojotas, no nos enteramos aunque estemos justo debajo de ella, si una nueva epidemia acaba con los adultos que están justo abriendo la puerta de sus autos tampoco lo sabríamos. Al menos hay que esperar hasta la próxima estación para enterarse algo del mundo real.
Otra curiosidad es la de la hora en la que vivimos, muchas veces pasa que la hora que marca nuestro reloj no coincide con la del andén o la de la tarjeta, puede ser que nosotros estemos equivocados, últimamente mi reloj anda cuando quiere; pero que en el andén diga una hora, en la tarjeta otra y en el andén de enfrente otra distinta, eso ya es perturbador, insólito.
¿Se producen desplazamientos de tiempo en el subte? ¿Cómo puede ser que los van estén tres minutos adelantados a nosotros? ¿Existe la posibilidad que al subir al vagón pierda o gane un par de minutos de mi vida? Cuantos interrogantes nuevos a los de todos los días.
El suceso de hoy, que provocó este relato fue el siguiente: cuando subo al subte, primer vagón de la línea C estación diagonal norte, yo, que estaba totalmente consciente y bajo ningún efecto narcótico, fui trasladada de las 10:58 del 1 de marzo del 2006 a las 10:33 de un 29 de febrero. ¡Caramba! ¿Si este año no es bisiesto, en que año estoy parada, o mejor dicho, sentada en el subte? Las personas no parecían muy alejadas de la actualidad, las vestimentas, las mochilas de La renga o de Los piojos, el idioma y la forma de hablar. A mi lado un chico leía un diario Clarín del 1 de marzo del 2006, él ya estaba en el vagón cuando yo subí, por lo que deduje que él también estaba siendo transportado, todos en el vagón vivíamos en un 29 de febrero, la duda si fue el pasado o el futuro (cercano) no pudo ser resuelta con esos datos. De haber estado en el futuro, lamentablemente no puedo ser útil, no puedo adelantarles nada, ya que mi permanencia en él duró unos 10 minutos y fue siempre bajo tierra.

No hay comentarios.: