viernes, 9 de julio de 2010

Contra la interpretación



Una de mis tareas preferidas en el colegio era la de “familia de palabras”, recuerdo que por tercer grado comenzamos con ese juego, llegaba una hora del a mañana, cuando la maestra escribía una palabra en el pizarrón y había que empezar a pensar y gritar palabras que tuvieran la misma raíz, y, ahí residía la complejidad, una estructura aceptada por la RAE. Lexema y morfema le dicen.Justificar a ambos lados

Esa costumbre me persigue aún, leo una palabra y aparecen otras de su familia, invento en un consciente desacato a la RAE, busco parecidos para cambiar de familia y extender un poco más el juego.

Tengo otra costumbre de familia de palabras, pero que aparecen por asociación ilícita de mi memoria, de mis sensaciones en el momento de agruparlas. Acostumbro a escribirlas en algún cuaderno de compañía y olvidarlas. Encontré unas palabras sinsentido en mi cuaderno a lunares, de una caligrafía abominable, escritas en la oscuridad de una noche intermitente de ruta, de larga espera:

“Segunda vuelta. De-moras. Noche, grillos, ranas y el cielo de estrellas. Niños que juegan. Humos. Sombras. Largas. Expresionismo (Alemán). Hierbas. Las palabras están entumecidas. Stop. Fuerzas. Autpopista del Sur. Ruta 135. La que se pierde. Hambre. Penumbra. Silbar. NOCHE. Reflejos. Sorpresas. Distancias relativas… inconclusas, incoherentes, difusas. La distancia a la LUNA. El auto intermitente. El puente y el rio Uruguay. Un parador para todos, para, detiene pero no. Calla. Vacío, refugio. Las aves despiertan. El sol. Se encuentra en los cables, se cuentan historias. Ingreso a Soriano.”

2 comentarios:

Fernando Terreno dijo...

¿No me digas que conocés Soriano?

Unknown dijo...

No conozco Soriano, pero se le transita un poco camino a Rocha. Me hiciste chequear en el mapa, algo que me fascina.

Las rutas uruguayas son tan lindas, que me dieron ganas de recorrerlas de a poco, así como a mí me gusta deteniéndome sin planes para poder observar mucho, ya lo podré hacer. Este viaje llevó una velocidad un poco elevada para mi gusto, más allá de la espera de horas y horas en la frontera.

¿Qué hay de lindo en Soriano?