lunes, 18 de mayo de 2009

Unos días en La Linda

Dormir es distraerse del mundo

Llegar en dos horas a Salta es casi como un cuento de Dick, o un corto surrealista. El ángulo visual de una noche sin dormir y la abertura de 10 x 20, contaron montañas y quebradas quebradas por mares de algodón (me arriesgo a señalar eso como nubes, solo por fotos vistas con anterioridad, alguna vez en un libro).
Salir del aeropuerto para pasear por una fotografía retocada. Un B/N plomizo con flores silvestres amarillas, pintadas con óleo, nada de acuarelas.
Nuestro valeroso emprendimiento por alcanzar el colectivo, para alcanzar el hotel, fue raudamente desestimado por Mario, un conductor de remis que ofreció llevarnos por $5 cada uno.
La ciudad lucía fría pero pronto pude reconocer puertas, ventanas, calles y la plaza.
Ahora al mediodía, luego de un corto descanso: hace sol -como le gusta a Prima Laura- y se puede estar de manga corta.
Acá, en la plaza, sentada en este banco verde, veo avispas, palomas, perros placeros, gente tomando fotos, otros bancos verdes, una glorieta, acacias, palmeras, sauces, magnolias, palos borrachos, pinos y otros de esos que no sé nombrar. También hay naranjos. Ninguna vereda con naranjos se agota.
La Catedral ha perdido su encanto, los tiempos se marcan con tonos, una irremediable mezcla de sonidos de aeropuerto y de celular.
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Los domingos por la mañana, temprano, el valle esta nublado, creo en que los días cumplen un patrón regular y en un par de horas será diferente, con luz y calor.
La plaza no es como ayer, solo tiene restos de una noche, los materiales ya fueron barridos. Hay gente despertando y lavándose en un bebedero, otros que van a misa, dos policías y un vendedor de churros. Los perros aún duermen pero no aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que lindo Ce! contanos mas.
Que te diviertas.
BESOS
E

Tin tin dijo...

Excelente
! Gracias por las crónicas salteñas!!

Unknown dijo...

Hay algunas cositas más para contar, pero ya entré en el ritmo de los días de clases y ahora ya estoy cansada para escribir.