martes, 25 de julio de 2006

El Cosmos, Tarnation y la cuarta dimensión

El cine

La semana pasada aparecieron noticias (La Nación, Clarín) sobre el cierre del cine Cosmos. Cada vez son menos las salas en la ciudad dispuestas a estrenar películas poco comerciales, independientes o como quieran llamarlas. Se nos ocurrió que se podrían juntar, entre los visitantes de la sala, los $ 2.800.000 que cuesta el edificio y comprarlo, pero los costos de mantenimiento deben ser muy altos. Planean poner un hotel ¿No hay un comerciante cinéfilo con mucha plata que se cope y haga un hotel temático? ¡Que poco sensible es la gente!
Esta claro que para los que nos gusta ir a ver esas películas la única alternativa que va quedando es internarse 2 veces al año en los festivales de cine de mdq y bs as, y luego estar atento a los lugares semi-ocultos de la ciudad donde se proyectan algunas, siempre truchas o en espacios incómodos. No estaría nada mal que se otorguen subsidios por parte del gobierno de la ciudad, pero tampoco pretendo que la gente que paga sus impuestos mantenga mi capricho de ver películas que no gustan a la mayoría. La mejor variante es una máquina apropiada para bajarlas y una tecnología decente para verlas, cosas que yo no tengo por el momento.
¿Tan caro es mantener estas salas con vida?

La película

El sábado, quizás sensibilizada por la noticia anterior, pagué entrada cara, y fui al Cosmos a ver Tarnation. Advertida por las críticas y mi facilidad para el llanto llevé un paquete de pañuelos descartables que madre me había obsequiado. (Objeto prescindible para mí, gracias a mi magnífico sistema inmune que no admite resfríos, ni gripes, ni anginas en mi cuerpecito; yo solo trato con traumatólogos y dermatólogos.)
Todavía estoy buscando detrás de la pantalla o debajo de la butaca el magnífico documental del que muchos hablaron, de todos modos la película me gustó y entretuvo. Es un como un largo videoclip (ya leí lo del videoclip por ahí).
No necesité los pañuelos, seguro se debió al hecho de haber estado navegando por otros lados mientras la cámara de Jonathan Caouette mostraba “sus sufridos fragmentos”. En verdad lo que me cautivo del clip fue la cuarta dimensión. El director es justo un año menor que yo, y eso me condujo a correlacionar temporalmente nuestros pedazos. Fue un buen entretenimiento. Muy graciosas las imágenes de la TV de la niñez, las fotos de la adolescencia y la versión de “Terciopelo azul”. Sí, también sabía que me iba a encontrar con música de mi agrado. Llegué a casa y me puse a buscar en que disco estaba Strange Power porque no me acordaba.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Strange Powers


on the ferris wheel
looking out on Coney island
under more stars than
there are prostitutes in Thailand
our hair in the air
our lips blue from cotton candy
when we kiss it feels
like a flying saucer landing

and i can't sleep
cause you got strange powers
you’re in my dreams
strange powers

in Las Vegas where
the electric bills are staggering
the decor hog wild
and the entertainment saccharine
what a golden age
what a time of right and reason
the consumers king
and unhappiness is treason

and i can't sleep
cause you got strange powers
you’re in my dreams
strange powers

the sun pours down like money
the moon runs down like mercury
the stars fall down like money
and you come down to me

and i can't sleep
cause you got strange powers
you’re in my dreams
strange powers

and i can’t sleep
cause you got strange powers
you’re in my dreams
strange powers

reinita neurótica dijo...

Igual, mejor un hotel que una Iglesia Universal!!

Unknown dijo...

La idea del hotel esta buena. Se podrían ambientar las habitaciones, según diferentes pelis... ni loca me meto a la de "El Resplandor".

Las iglesias no solo se comen los cocos también los cines.
Se acuerdan del cine en Quilmes que estaba sobre Irigoyen donde ahora esta la iglesia del puente, ¿Cómo se llamaba? Ahí vi una de los Mappets y Cuenta Conmigo.

Anónimo dijo...

me parece que ese era el Cine Moderno...