El día de hoy es insoportablemente variable. Llueve pero no llueve. Por la mañana pasamos de llovizna a sol a cada rato. Por un momento parecía decidirse, justo en el que yo tenía que salir, se largó a llover con la intención de no detenerse más y a los 5 minutos, cuando ya me había acobardado para salir, apareció una resolana. Por supuesto que ya se me había hecho tarde.
Ahora por la tarde lo mismo, hace un rato había un sol que incitaba al despeje, ahora se volvió a nublar y esta la amenaza de alerta meteorológico. Aunque ahora te alerten por una mísera lluviecita, por las dudas, para que no pase nada y no te la agarrés con el gobierno de la ciudad, a uno le da cosa. Salís a la calle y no sabés si vas a volver empapado por un chaparrón del que ningún paraguas ni piloto pudieron defenderte, o regresás con el paraguas todo roto por las ráfagas de viento o muerto de frío porque refrescó como loco. Por otro lado tenés la chance de que nada de lo pronosticado suceda, entonces volvés puteando porque, como buen previsor, habías salido con piloto, paraguas de los grandes y resistentes, botas, guantes, polera y bufanda. En fin a ver si te decidís tiempo del demonio, que ahora sí tengo que salir.
Eso sí lo único que no cambió desde ayer es la maldita humedad. El piso de mi baño desde anoche que es una fuente de gotas de agua, ¿por qué se me habrá ocurrido encerarlo el domingo? Ahora tengo todo el otro piso marcado, que luego intento limpiar con una trapo y para que seque prendo el ventilador en el ambiente y el horno en la cocina. El calor lo aproveché para secar un poco la ropa que se me había ocurrido lavar ayer por la mañana. Ven lo que les digo si ahora volvió a asomar el sol ...ups se nubló otra vez.
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