martes, 16 de agosto de 2005

Vida simple ya

El sábado a la tarde mientras leía el diario Clarín del martes anterior, me distrajo una noticia que contaba como iba el caso de “El hombre del piano”. Cuento para aquellos desinformados como yo, que en abril de este año apareció en algún barrio de la ciudad de Londres un hombre todo mojado que no hablaba ni se podía comunicar con los demás y sin ningún tipo de identidad; solo llevaba consigo una bolsa con unas partituras que ejecutó majestuosamente cuando lo llevaron a un piano, de ahí su nombre. Parece que desde entonces su foto recorrió el mundo pero aún nadie se presentó para reclamarlo.
Es probable que esta noticia sea un gran invento (estoy 95 % segura) pero no deja de ser atractiva, ¿es que nadie lo esta buscando?, o ¿quienes lo buscan aún no vieron su foto en este mundo donde todo se conoce ahora?, o ¿simplemente no quieren ir a buscarlo?.
El hecho es que esta noticia encontró en mi memoria una película del finlandés Aki Kaurismaki que se llama “El hombre sin pasado” y que vi un par de años atrás cuando se estrenó. La historia tiene algunos puntos en contacto con la anterior, un hombre irrumpe en un barrio de las afueras de alguna ciudad finlandesa donde viven personas marginales (para ese país), este hombre construye una nueva vida sin dar rastros de su pasado. No recuerdo mucho más ahora ya que no he vuelto a verla, recuerdo el hombre, la mujer, el auto, el perro, la música... Es de esas películas que cuando terminan siguen resonando en uno y sin necesidad de indagar en lo más miserable de los humanos nos muestran que la vida simple esta a la vuelta de la esquina, y que muchas veces es más entretenida y fantástica que las grandes explosiones o los dramas pasionales.
Este año aún no he visto de esas pelis, en cuanto pueda voy por la rusa (gracias Rusia por el cine) “Caminos a Koktebel”, espero luego poder incluirla en la lista de estas películas que permanecen latentes en la memoria y se recuerdan con una sonrisa.

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