miércoles, 27 de febrero de 2013

Paraná Ra’anga

Llueve. Es de siesta. Mónica Millán, 2011


los suspensos de las islas…


Nos tocó este lado del río sin orillas, el lado oculto, solo podemos ser expedicionarios del cemento, con escasas ventanas al agua. Estuario al mar, que soporta nuestros desechos, y se pierde en la mira cuando el horizonte no puede decirnos más que cielo. 
Este lado que disfruta del agua corriente y potable como si brotara de una vertiente natural inagotable, pero que no mira ni disfruta de donde proviene. Nos taparon el río, lo usamos manufacturado, pero no disfrutamos ni jugamos en él. No tejemos placer junto al río. 
Este lado también fue puerta abierta para lejanos expedicionarios soñadores con metales preciosos, que remontando el Paraná fundaron y fundieron todo terreno y curso de agua accesible.  

Hace un par de años me enteré tarde que se había hecho un llamado para formar parte de una tripulación multidisciplinaría que recorrería el Paraná, desde el puerto del Tigre hasta Asunción del Paraguay. Me hubiera gustado mucho estar ahí. 
Ahora y hasta el 13 de abril se puede ver en la Fundación OSDE y en las sedes del CCEBA de calles Florida y Paraná una muestra producto de dicha expedición. También se editó un libro con trabajos de todos los tripulantes. 


Daniel García, si visitan este enlace pueden ver más de "Casi Boyitas"


Nos pasa a algunos habitantes* de esta ciudad al pie de un río que no vemos, que nos gusta el río, que aún sentimos un poco de esa agua que fluye cercana, que nos llama cada tanto hasta alguna orilla. Así fue que disfruté mucho de la muestra y la recomiendo. 




Galpón con barco, Félix Eleazar Rodriguez, 2010



*y quien escribe también lleva parte del Paraná

3 comentarios:

Rob K dijo...

Extraño esas aguas color tierra del Luján, el Carapachay, el Paraná de las Palmas, tantas veces recorridas con mi bote de remos.

Saludos, cr.

Recomenzar dijo...

tus letras me han atrapado

Unknown dijo...

Gracias por pasar disfruten del rio y las palabras.

Saludos