lunes, 14 de junio de 2010

Las playas de Agnès




¡Quiero estar en una playa junto al mar!- pensé a los gritos y así de cursi, cuando apenas habían pasado unos minutos del comienzo de la película. Una playa vacía de gente y calor, llena de recuerdos y un tenue sol.
Me gusta el cine, y cuando existe la posibilidad, en el cine. Hacía tiempo que no satisfacía este principio, de ir a la boletería, sacar la entrada, sentarme en una butaca -aunque sea destartalada-, y pasar un tiempo un poco mayor de una hora mirando en una pantalla historias ajenas, rodeada de desconocidos.

Agnès Varda celebra sus ochenta años con un documental que saltica –ese es el ritmo- por las playas de sus “recuerdos”. Pero no se asusten que “Las playas de Agnès” no es una narración añeja, sino una película muy linda, despojada de sensiblería que se sostiene gracias a un ritmo cotidiano de constante deconstrucción y construcción del pasado. Sin dudas la directora sabe jugar con las imágenes y nos cuenta que ha vivido siempre en acción y rodeada de placer.

Una pequeña digresión de mi parte, esta fue la primera película que vi de ella, pero ya está en marcha la maquinaria para poder ver anteriores aunque sea en casa, y estar atenta a alguna otra retrospectiva, como para no perder mi costumbre me perdí una importante el año pasado o el anterior.


*Escuché unas llaves: está incluida en el disco “Autoayuda”, de Sergio Pángaro y Bacarat, disco que no ha de faltar en el hogar. Agnés Varda muestra que los recuerdos aparecen de inmediato, y me parece que comparto esa idea.

3 comentarios:

Eugenia Corriés dijo...

Ceci:
Tengo en mi poder:
Daguerrotipos
Un corto sobre las cariátides (no recuerdo el nombre)
Los espigadores y la espigadora
Y leí por ahí que esta semana pasan Sin techo ni ley, pero no me acuerdo dónde (averiguaré)
¿Hacemos un ciclito?
Besos!

Eugenia Corriés dijo...

No puedo encontrar dónde pasan Sin techo ni ley.
Creo que lo leí en Radar. Cuando lo tenga otra vez me fijo.

Unknown dijo...

Ah te voy a pedir, al final no logré bajar nada.
Sin un ciclo, tenemos que hacer muchas cosas en el Galpón de oficios múltiples.