viernes, 15 de septiembre de 2006

Gala no, Gala

Oriente I




"El teatro de papel (kamishibai: kami papel, shibai teatro) es una de las formas más populares de representación en Japón. Sus orígenes se remontan a la época Edo (siglos XVIII a XIX) y es una forma teatral callejera, que se vale de una caja de madera con puertas, que sirve como escenario para una serie de láminas que se van pasando manualmente a medida que avanza una narración. Por su presencia durante la depresión de los años 30 en el siglo XX y en la posguerra de 1945, el teatro de papel se convirtió en un recuerdo imborrable para niños ávidos de color y belleza en medio de paisajes desolados. El teatrista que llegaba con su bicicleta y los convocaba con palmas o haciendo sonar unas campanitas, mientras disponía el teatro y ofrecía al mismo tiempo golosinas en venta (pues eran los dulces su fuente de ingresos), se convirtió en un valioso agente cultural. En un curioso circuito de intercambios, los narradores solían ser también locutores del cine mudo, y posteriormente los dibujantes de láminas – que eran muchas veces estudiantes de arte - pasaron al mundo del manga en la década del 50, cuando la televisión fue ocupando un lugar central. Considerado una curiosidad del pasado, nuevamente en el siglo XXI se valoran las posibilidades de esta forma teatral: ilustraciones, texto, distintas puestas en escena, disparadas por un arte portátil, ideal ilusionado por tantos artistas..." Amalia Sato

Ayer por la tarde fui al cceba en su sede de Paraná 1159, para conocer un teatro de papel. Este ciclo organizado por Amalia Sato, reunía a Sergio Pángaro y Pablo Fusco, los mismos intérpretes que el pasado diciembre en el MALBA nos hicieron pasar un lindo momento presentando el libro ZZZ o leve tratado de la práctica de soñar de día.
Como llegué justo a la hora anunciada, y había mucha gente me tuve que quedar y esperar por la segunda función. Muy lindo ese lugar, al ser menos visitado que la sede de Florida estaba todo ordenado y los libros mucho más accesibles para los curiosos, me senté en unas butaquitas de cuero blanco-Ala y esperé mientras leía los folletos recolectados.
La función se hacía en un salón casi tan blanco como los sillones de la sala de recepción pero con sillas de colores brillantes, que generaban un energético contraste. Había algunos niños y nos convidaron con golosinas. Para ser objetiva los dibujos de “Trampa de amor” me decepcionaron, ya que no era dibujos a mano sino un collage hecho con recortes como de revistas, que luego se habían impreso o fotocopiado, pero el relato de Pángaro y la cajita de madera valieron la pena. Quizás las próximas emisiones tengan mejores dibujos.


Oriente II



Me encontré con Stella en el teatro de papel y después de una vuelta por la Bond Street, y un poco de indecisión de nuestra parte, fuimos a la Lugones a dar inicio al ciclo de un director coreano inédito aquí, Im Kwon-taek. La reseña de la película no entusiasmaba demasiado, pero nunca se sabe con esas cosas y ya que esta la posibilidad de verlo mejor hacerlo que quedarse con la intriga.
Mientras sacábamos la entrada había dos señoras quejándose porque las funciones de Rey Lear se habían levantado, por un problema de salud del protagonista, Urdampilleta. Estas damas no querían resignarse y aceptar su racha de mala suerte y le decían a la chica de la ventanilla que no les importaba lo que le haya pasado al actor, ellas querían ver la obra.
Luego de los 10 pisos acompañadas por personas de ojos rasgados, desembocamos en un hall lleno de Coreanos y unas mesas dispuestas con copas y botellas de Champagña por abrirse. Entramos a la sala y mientras nos acomodábamos, presentaron al embajador Coreano quien hablo en un cómico castellano, y anunció para noviembre la creación del primer centro cultural coreano en América del sur.
La película “Ven, ven, ven, hacia arriba”, no estuvo muy buena con algunas cosas interesantes y otras más convencionales, se hizo un poco larga, me recordó a Sidharta el libro de Hesse que leímos en el verano (digo leímos porque lo fuimos pasando de mano en mano). El problema es que ahora ya no me dan muchas ganas de volver y quizás me pierda algo mejor.

Tenía un programita pero lo perdí cuando corrí el 39 cartel rojo que estaba detenido en el semáforo de Libertad y Lavalle y no quiso abrirme la puerta. Primer desencanto amoroso con esa línea, aunque sea de color feo a mí siempre me lleva a destino sin largas esperas.

5 comentarios:

JP Lima dijo...

me pregunto si Sergio Pángaro tendrá clones... como es posible que éste sujeto figure en cada evento antipopular/antiperonista que se haga en la ciudad!!

Unknown dijo...

ja, entonces yo también tendré clones?
Para mi que tiene clones porque no puedo explicar cómo hace para estar siempre de punta en blanco.

Anónimo dijo...

incrible lo del 39 mala onda!! como diria el enanito de pTinto: No te puedo!..No te puedo!

buenisimo lo del teatro de papel y como desemboco en el manga.

se nota que me estoy poniendo al dia?

Anónimo dijo...

otra reflexion que me motivo este post es que en la ciudad de bsas si uno es lo suficientemente avispado para la caza del evento cultural puede pasarla varios dias a la semana comeindo y bebiendo de garron!

Unknown dijo...

jaja si, y si le sumás una visita al supermercado que siempre convidan algo.
Tenés que ver La Haine, esa peli francesa de unos chicos de los suburbios que comen de garron en una muestra de arte, me acordé.