Quedaba pendiente un relato de mis días en el Ciclo Panorama, que se realizó en el CCR y que culminó el sábado pasado.
El primer impacto fue la sala villa villa, no la conocía y quedé atónita al ingresar en semejante espacio, en realidad mi sorpresa se debía más a que Luis Marte haya conseguido ese lugar para el evento. ¡Aplausos!
Preludio de la sala en un gran patio con una palmera añeja y un gomero o magnolia, disculpen pero no puedo identificar entre ambos a menos que la magnolia este en flor, había mesas de bar, sillas, bastante gente y botellas de cerveza por todos lados. El primer día fui sola y sociabilicé muy poco, yo veía que todo el mundo tenía cervezas en sus manos pero no lograba ver de donde las sacaban, y por atascada que soy, no pregunté. Cuando por fin descubrí el tacho de plástico con las botellas, solo quedaban rollitos desnutridos. Lástima porque era una molesta noche de calor, ideal para unas cervezas.
El interior de la sala es negro absoluto, las paredes están recubiertas hasta la altura media de alfombras de un material ignífugo, que ofrecían un confortable apoyo. Soy incapaz de hacer cálculos o tirar números respecto al tamaño, solo imaginaba cuantos litros de agua podían contenerse ahí, cuantas pilas de personas paradas o acostadas entraban, cuantos kilos de plumas, etc. En el frente una pantalla gigante, luego el escenario y más acá unas pocas hileras de sillas, se hubieran necesitado más. Detrás los proyectores y sonidistas contenidos por una baya con la mínima fuente de luz, más atrás espacio libre para circular y jugar con las sombras. Todo era una delicia.
El viernes vi a Veleta, Auto y Lile.
El sábado hubo mucha gente a pesar de la lluvia, ni bien llegué identifiqué el tacho de las cervezas, el problema es que la noche se había puesto muy fría y no daba para tanto copeteo ni para estar fuera de la sala, además ya no dejaban ingresar con las botellas, se ve que los días anteriores cundió el enchastre.
El show del Ruidista con Vainer estuvo muy bueno, y también las diapos. Saqué algunas fotos respetables y no tan desenfocadas (Pablito dijo que estaban bien porque las diapositivas y la sala eran lindas). Estuve más sociable porque había más gente conocida y terminamos comiendo un pancho en la panchería de Las Heras y Uriburu Pancho Hot, yo salí con mi segunda botellita de cerveza rescatada del tacho.
Mi último día fue el jueves de Estupendo. Banda que tiene unos cuantos fans y que se presentan esporádicamente. Gratísima sorpresa al llegar y encontrar en el patio a EL LECHUGA, primero estaba hablando con uno de los estupendo y no quise molestarlo, luego de lejos me hice visible y vino hacia mí con su botellita de cerveza en la mano a brindarme una cálido abrazo. Preguntó por Pablito y se apenó mucho al saber que no podía venir porque estaba trabajando, ahí me contó que él también trabaja y arregla los francos según disposición de shows. También me dijo “¿Ceci seguís viviendo ahí cerca de mis amigos? Mirá que yo todavía te tengo en mi agenda”. Casi hay que llamar al SAME para que venga a buscar mi cuerpo derretido sobre el concreto. Lo liberé para que siga charlando con sus amigos y descubrí, sentadados en una mesa, a Roxana y Diego otros amigos de broder, que estaban con otros amigos y luego llegó Stella. Ingresamos a la sala para ver algo de los shows y se acercó El Lechuga a charlar y nos convidó chiclets. Nos reímos mucho hasta que vino Diego a decirnos que se escuchan desde adelante nuestras risas, en un momento me quedé como el chavo del 8, hablando sola cuando la música (¿?) se silenció. El lechuga gritaba “esto es horrible, dejen de mentir, aguante Estupendo!”. Aclaro, para los que no suelen ir a este tipo de eventos, es muy raro que alguien grite de ese modo y menos durante el show, los aplausos son al final y si lo que suena no gusta uno se calla y se va para afuera, o caretea en silencio o mínimo murmullo adentro. En un momento dijo “esto es un despropósito” y yo me estallé.
Llegó el momento de Estupendo, nos acomodamos con Stella en unas de las pocas sillas, a disfrutar. Estuvo muy bueno tanto el set como las imágenes, pero lo mejor de todo fueron los cantitos de cancha, gritos y aplausos con los que El Lechuga alababa a la banda en el medio del set, y los estupendo muriéndose de la risa en el escenario.
Legué a mi casa 1:30, previas escalas en Pancho Hot y casa de Diego y Roxana para conocer al famoso Hilario.
Sí, mis extractos son así de largos... ¿y qué?
Preludio de la sala en un gran patio con una palmera añeja y un gomero o magnolia, disculpen pero no puedo identificar entre ambos a menos que la magnolia este en flor, había mesas de bar, sillas, bastante gente y botellas de cerveza por todos lados. El primer día fui sola y sociabilicé muy poco, yo veía que todo el mundo tenía cervezas en sus manos pero no lograba ver de donde las sacaban, y por atascada que soy, no pregunté. Cuando por fin descubrí el tacho de plástico con las botellas, solo quedaban rollitos desnutridos. Lástima porque era una molesta noche de calor, ideal para unas cervezas.
El interior de la sala es negro absoluto, las paredes están recubiertas hasta la altura media de alfombras de un material ignífugo, que ofrecían un confortable apoyo. Soy incapaz de hacer cálculos o tirar números respecto al tamaño, solo imaginaba cuantos litros de agua podían contenerse ahí, cuantas pilas de personas paradas o acostadas entraban, cuantos kilos de plumas, etc. En el frente una pantalla gigante, luego el escenario y más acá unas pocas hileras de sillas, se hubieran necesitado más. Detrás los proyectores y sonidistas contenidos por una baya con la mínima fuente de luz, más atrás espacio libre para circular y jugar con las sombras. Todo era una delicia.
El viernes vi a Veleta, Auto y Lile.
El sábado hubo mucha gente a pesar de la lluvia, ni bien llegué identifiqué el tacho de las cervezas, el problema es que la noche se había puesto muy fría y no daba para tanto copeteo ni para estar fuera de la sala, además ya no dejaban ingresar con las botellas, se ve que los días anteriores cundió el enchastre.
El show del Ruidista con Vainer estuvo muy bueno, y también las diapos. Saqué algunas fotos respetables y no tan desenfocadas (Pablito dijo que estaban bien porque las diapositivas y la sala eran lindas). Estuve más sociable porque había más gente conocida y terminamos comiendo un pancho en la panchería de Las Heras y Uriburu Pancho Hot, yo salí con mi segunda botellita de cerveza rescatada del tacho.
Mi último día fue el jueves de Estupendo. Banda que tiene unos cuantos fans y que se presentan esporádicamente. Gratísima sorpresa al llegar y encontrar en el patio a EL LECHUGA, primero estaba hablando con uno de los estupendo y no quise molestarlo, luego de lejos me hice visible y vino hacia mí con su botellita de cerveza en la mano a brindarme una cálido abrazo. Preguntó por Pablito y se apenó mucho al saber que no podía venir porque estaba trabajando, ahí me contó que él también trabaja y arregla los francos según disposición de shows. También me dijo “¿Ceci seguís viviendo ahí cerca de mis amigos? Mirá que yo todavía te tengo en mi agenda”. Casi hay que llamar al SAME para que venga a buscar mi cuerpo derretido sobre el concreto. Lo liberé para que siga charlando con sus amigos y descubrí, sentadados en una mesa, a Roxana y Diego otros amigos de broder, que estaban con otros amigos y luego llegó Stella. Ingresamos a la sala para ver algo de los shows y se acercó El Lechuga a charlar y nos convidó chiclets. Nos reímos mucho hasta que vino Diego a decirnos que se escuchan desde adelante nuestras risas, en un momento me quedé como el chavo del 8, hablando sola cuando la música (¿?) se silenció. El lechuga gritaba “esto es horrible, dejen de mentir, aguante Estupendo!”. Aclaro, para los que no suelen ir a este tipo de eventos, es muy raro que alguien grite de ese modo y menos durante el show, los aplausos son al final y si lo que suena no gusta uno se calla y se va para afuera, o caretea en silencio o mínimo murmullo adentro. En un momento dijo “esto es un despropósito” y yo me estallé.
Llegó el momento de Estupendo, nos acomodamos con Stella en unas de las pocas sillas, a disfrutar. Estuvo muy bueno tanto el set como las imágenes, pero lo mejor de todo fueron los cantitos de cancha, gritos y aplausos con los que El Lechuga alababa a la banda en el medio del set, y los estupendo muriéndose de la risa en el escenario.
Legué a mi casa 1:30, previas escalas en Pancho Hot y casa de Diego y Roxana para conocer al famoso Hilario.
Sí, mis extractos son así de largos... ¿y qué?
8 comentarios:
No sé porque razón pero blogger se negó a subir las fotos que acompañaban el texto.
Las pueden ver toditas en http://photos,yahoo,com/colgandoropa es el primer album.
ufffff bueno donde hay una coma va un punto.
y no jodo más, estoy consciente de inadecuada mezcla de tiempos verbales, pero ahí queda... me faltó subir la foto de Hilario ahí va.
Hola CR, como estás!
Mirá, no se pueden ver las fotos. No se si le sacaste alguna panorámica a H pero la ídea me intriga.
Ufff = expresión netamente rechiana. Bien por el extracto. Esta vez me quedé con las ganas de escuchar al ruidista, pero gracias a las fotos (que salieron buenísimas) tuve una aproximación visual de lo que fue. Impresionante la foto de H, lo lograste! parece que tuviera orejas Darth Vader. ¿Y la botella de Lechuga? Otra armamos algo para ver Mulholland Dr. (al final ese día no pudimos, Carucha casi se desmayó). Beso!
La botella del Lechuga esta en mi mesada de la cocina y por acá tengo la cajita de chiclets que ya seran foto.
Ok con la peli, tengo que volver a verla.
Creo que broder tiene que patentar su Ufff, ganaría más que con sus ruidos.
que lindo todo loq ue contas rechelin!!!
La hoja de gomero es bien grande, no muy brillosa y el color y la superficie son uniformes (digamos que con una hoja de gomero le podes da un cachetazo a alguien, para ser graficos). La hora de magnolia es brillante, mas finita (digamos mas "estirada" que la de gomero) y se notan mas las nervaduras en la superficie. Se entendio??. de la flor ni hablar. La de la magnolia es una de las maslindas del mundo y con el olor mas hermoso.
Otro dato: debajo del gomero se chapa, debajo de la magnolia en general NO.
Que gráfica emc toda tu data, al buscar las fotos me dí cuenta que es una magnolia la del patio, así que a robar flores...en primavera?
Y en lo que más se diferencian es en el tronco, especialmente en los intersticios y vueltas que hace que el gomero sea ideal para chapar. Ojo que me refiero al árbol no a los gomeros de la esquina de mi casa.
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