Dog Star Man

4:33
En agosto de 1952, en Woodstock (Nueva York) se estrenó la que entonces era la última composición de John Cage (1912 – 1992): 4’33’’. Es una obra radical. Está destinada a un número indeterminado de instrumentistas, y durante su ejecución –por así llamarla- los intérpretes no deben producir ningún sonido. Lo único que Cage especificó es la duración. Durante 4 minutos y 33 segundos, sólo se oirán los ruidos de ambiente...

Recién vengo de La Lugones, fui a ver la última de las películas/cortos del ciclo vanguardias neoyorquinas. El programa consistía en cortos de Stan Brakhage, un director experimental que yo desconocía, pero uno de los cortos se llama “Dog star man” casi como el disco de Suede. Al leerlo recordé que sabía de la existencia de una película o algo así con ese nombre, entonces, ¿por qué no ir a verlo?. Busqué un poco de información y descubrí que iba a ver imágenes experimentales, y un corto final con la advertencia de que estaba filmado directamente en una morgue. OK veamos de que se trata y que resisto, no me voy a quedar con la intriga. Lo que no había llegado a leer fue que se trataba de cortos mudos. Completamente mudos, nadie hablaba, y a excepción del primero, tampoco tenían música.
Es imposible mantener una sala con 50 personas en completo silencio, más aún si la proyección es muy poco convencional o gran cantidad de los presentes desconocían por completo lo que estaban por ver y se aburrían. Todos los ruidos, por mínimos que sean, se sienten. Entonces suenan celulares, se escuchan las bolsas (¿Por qué en la sala Lugones siempre hay viejos que hacen ruidos con bolsas de nylon?), los tic-tac antes y después de ingresar a la boca, el pelado de caramelos, las narices sonar, los bostezos, suspiros y respiraciones, los ronquidos (uno se puso a roncar, el primer ronquido fue gracioso, pero después ya no causaba gracia, salvo a una tonta que se seguía riendo).
Si digo que es imposible mantener en silencio la sala, me refiero a que no se puede estar chistando a cada uno que haga un ruido, porque de ese modo se suma el chispeante shhhhhhhhh a los sonidos antes mencionados. Todo una gran molestia. Por suerte la supervivencia del más apto hizo que los que se aburrían por eso que pasaba en la pantalla se retiraran poco a poco, dejando a los que nos interesaban esas imágenes extrañas, difusas, incomprensibles en paz.
Increíble el collage y cut & paste que hacía el tipo este en los años 60, sin ningún tipo de técnica digital, con las que estamos familiarizados ahora.
“Dog star man”, que esta formado por un preludio y cuatro partes, es genial. Para verlo tranquilo en casa sin música y en silencio, para verlo con música y bullicio, para verlo y disfrutarlo y quejarse de muchas de las cosas que se hacen ahora.

"Dog man star" es hermoso, Suede era hermoso.