... y tuvo que pasar. No sé cómo ni cuando sucedió pero ya he logrado que algo de ácido llegue a mi pantalón. Lo más insólito fue que yo aún no había agarrado el sulfúrico cuando descubrí unos puntitos comidos en el corderoy del pantalón. ¿Esto estaba antes? No. Ahora los puntitos ya son más perceptibles y sé que mañana estarán peor. En fin ya había olvidado que estas cosas suelen pasar. Una de las chicas dijo que tendríamos que comprar florcitas al por mayor para remendar la ropa, yo no dije que estaba pensando en unas tachas o estrellas.
El bonito ícono debajo a la derecha lo saqué de aquí.
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