Tintin y Bob se cruzaron más por necesidad que por azar, ya que ambos escapaban de hacer un trabajo con un compañero insufrible de la clase. Bob se encariñó instantáneamente con Tintin, pero es lógico, siempre le pasa eso con la gente que admira, y Tintin es admirable. Por suerte el cariño es retribuido, Tintin brinda a Bob abrazos intensos como el mejor chocolate, y suelen compartir unos minutos de charla y unos mates los lunes a las 20.
En la foto se ve a estos amigos, están brindando por más encuentros de gente “positivamente extraña” en este mundo negativamente estándar.
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