Encontré una nueva ventana en mi casa. Fue extraño porque hace casi nueve meses que me mudé y aún no había llegado a ella. Está detras de una cortina, es de vidrios recortados de color azul. Al mover despacio la traba de metal y abrirla, pude ver hacia abajo un poblado de casas bajas con techos de tejas musleras que brillaban apenas con la primera claridad del día. Me entusiasmé y corrí otra cortina, solo estaba el tablero de luz.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
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