Cómo todavía no tengo la capacidad de desdoblarme y estar en dos lugares al mismo tiempo, hoy tuve que optar entre ir hasta parque Sarmiento a ver a Nerdkids o al Planetario a Rubin. Decidí hacerme la pendeja e ir a ver a los pequeños platenses, son más divertidos y hacía más tiempo que no los veía en vivo. Llegar a Parque Sarmiento es un plomazo, y yo nunca había ido porque para la época de las raves 97 o 98 yo no tenía con quien ir hasta allá, así que siempre me quedaba con las ganas, sola en casa.
Antes de salir me fijé la dirección en la página del gobierno de la ciudad y decía Balbín 4700, podía ir en 29, pero decidí pasar primero por el Botánico y ver que onda Rita Cortese y los tangos y de ahí tomar el 67, que me dejaba justo en la puerta. Después de un par de temas de la dama me fui al 67 y tuve que esperarlo 15 minutos, lo mismo hubiera sido el 29. Estando ahí, a 10 cuadras del planetario, estuve tentada de abandonar la idea e ir para Rubin, pero no, ya había prometido ir a poguear con los NK.
Tomé el 67 que venía repleto y descubrí que Cabildo es tan insufrible como un día de semana. El colectivo tardó muchísimo y se hizo tarde. Bajamos varios del colectivo en la disyuntiva de cual era la parada correcta, yo me guiaba por la altura y estábamos al 4700 de Balbín. La puerta del parque estaba cerrada, ya eran 9:10 o más, uno de seguridad nos indicó que teníamos que caminar 5 cuadras para atrás, bordeando el parque, hasta llegar a Triunvirato. Por un momento pensé en tomarme el 67 para volver por Rubín (reprogramado para las 22 hs), pero no, quiero ver a los NK. Llegando a la otra entrada ya se escuchaba “Monstruo del espacio exterior”. Entré, seguí las indicaciones y sólo logré ver unos de seguridad y una vaya, gente intentando entrar, una pantalla con Mr Mön a la izquierda y un anfiteatro repleto de gente. Nunca llegué a ver el escenario. Había tanta gente que ya no dejaban pasar, justo pasó una persona mostrando una acreditación, y me metí atrás con otros que entraban con él, pero uno de seguridad, me empezó a retar, me fue a buscar, me retó y me echó “…por no acatar las órdenes y tomarle el pelo”. Me acerqué a la pantalla y, ¿qué es lo que vi, mientras tocaban “5 palabras”? Al super Fan de Nerdkids subido al escenario, cantando junto a la Mön, final del tema todos aplaudiéndolo y hasta se ligó una lamida del jovencito. Que asco! Después fue anunciado el último tema “Estaciones”. Eran 21:35 y yo con ganas de volar hacia el Planetario, le pregunté a uno de seguridad en donde estaba parada y si sabía que colectivo pasaba por ahí cerca, yo tenía la guía T e indicaba el 110. Que macana, ese colectivo primero va hasta Paternal y después baja por Scalabrini no llegó nunca, pero tampoco llego si vuelvo por el 67, o si tomo dos colectivos. Ya fue, la pegoteante noche no merecía ningún otro esfuerzo de mi parte.
Pregunté donde paraba el 110 a una florista, me indico Nuñez y Triunvirato, si iba para Recoleta. Subí al cole, saqué boleto y resignada, casi llorando, me senté. Después de unas vueltas por calles oscuras, estaba otra vez en Balbín al 4000, bien. Después de otra vuelta por calles oscuras estaba en la puerta del parque, Balbín al 4700 y rumbeaba para Gral. Paz. Miré alrededor y sólo había dos pasajeros, me paré y dije al chofer: “¿vos no vas para Recoleta, no?”. Su cara lo dijo todo, pero me recomendó volver en el 67 que era mucho más directo (sí ya lo sé!!!). Por suerte por esa parada también pasaban el 41 y el 93, yo no quería volver a esperar el maldito 67. Tomé un 41 y me fui comiendo los pancitos que tenía en mi mochila, ahí empecé a reírme y a recordar la noche fallida de la ciudadana el sábado pasado en mardel y decidí unirme, orgullosamente y sin permiso, al club de perdedoras. Eso es actitud buenos aires!!!
Ah, también llegué a escuchar “Club de celosos”, y no saben lo bueno que sonaron los temas que llegué a ver, mejor dicho escuchar. Chimento: en camino subieron 2/3 de las No Lo Soporto y se bajaron en Plaza Italia.
Tan loser venía mi noche que ni siquiera el gomero de la esquina me dio bola, estaba tan entretenido comiendo un sanwich y mirando el partido, que apenas me saludó con guiñada de ojo, nada de Bombón o esas cosas que suele decirme. Una vez en casa y me preparé un Campari con jugo de naranja y miré la TV. Fin de la noche.
*Genial canción del primer disco de Grand Prix, la banda que tenía Rubín