Quería sentarme acá,
en esta ventana,
para ver la lluvia en la calle.
Una amiga dice que no le gusta cuando llueve en la ciudad,
a mi sí.
Además,
vienen bien estas gotas
para tapar mis lágrimas.
No lloro de triste,
nada relacionado al corazón me duele (o eso creo).
Me duele la pierna al caminar: lloro de dolor,
y de angustia porque no puedo caminar y recorrer este barrio,
nuevo para mi.
Pero llueve,
y la lluvia disimula todo,
hasta las hormigas que están obstinadas
en llevarse fragmentos de las plantas de mi balcón.
Pero llueve,
y la lluvia disimula todo,
hasta que esta ciudad
está en ruinas.
1 comentario:
Ojalá el dolor pase. Todo el dolor.
Publicar un comentario