Sentirse un poco Alicia. Sentada en el bosque me sorprende
un sonido escurridizo, entre los tonos pardos de los troncos y la hojarasca del
suelo descubro una liebre. Me mira atenta un segundo, y se aleja unos saltos.
Se detiene y torna a mirarme otra vez. Salgo en su búsqueda aunque conozco el
final… es un momento que siento que alucino. Ella se esconde en un hueco entre
pastos y ramas caídas, y se pierde.
La única puerta que encuentro está cerrada. Es la tranquera
blanca de dos hojas que conecta la playa con el camping. Me avisaron que
cerraba a las 20 hs., pero me olvidé. Tampoco miré el reloj, a pesar de la
liebre. Pude pasar por debajo. En la heladera hay una cerveza fresca, la
destapo y me siento a escribir.
4 comentarios:
¿No se suponía que el conejo/liebre llevaba el reloj al cuello? Te podría haber avisado que se pasaban de las 20hs.
Me gustó la historia! Que tengas linda noche buena donde te encuentres!
¡Ahí está! No me acordaba en que parte aparecía el reloj.
Gracias una linda noche para vos y la familia. Abrazo!
Te saludo y te deseo buenas fiestas, cr.
Abrazo.
Gracias Rob K, que tengas unos días muy lindos.
Un abrazo
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