"Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara."
J.L. Borges, en "El Hacedor"
Ivo me explicó que al principio no le daban muchas
ganas de ver la película, porque cuando yo se la había regalado la había visto
como cuarenta veces y ahora tenía miedo de aburrirse; pero como era con música
en vivo al final aceptó, y junto a él toda la familia.
En la puerta de casa se
despidió con un hermoso piropo, fue tan bonita y perfecta la frase que se disolvió
en el mismo instante en que mi emoción la retuvo. No puedo recordarla textual –hecho
que quitaría toda su belleza-, pero puedo contar que el mensaje fue claro: agradeció
la salida.
Entré a casa preocupada, cuando los ellos se despiden así es que no
los vuelvo a ver.
Me preocupa también el permiso para poder regresar
a la sala de Filmoteca en vivo, ya que el más pequeño relató en voz alta todo el tiempo la
película.
2 comentarios:
Diría Dolina..Otro lugar al que no podemos volver! Jajaja! Qué lindos! Igual no creo que don peña tenga tanto público como para andar "banneandote", quedate tranquila!
cata
A Peña se lo veía contento por la sala llena y los purretes en las butacas.
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