Revisé los estantes, tomé entre mis manos un libro de André Kertész, pero cayó al piso uno de László Moholy-Nagy. Justo el que yo buscaba.
Entré al museo. Como siempre observé, y me encontré con esta composición.
Estaba sentado en el subte justo frente a mí. Muy pronto desvió la mirada, pero mucho tiempo después supe que también le gustaba Oskar Fischinger.
lunes, 15 de agosto de 2011
Un poema óptico
Publicado por Unknown en 12:37:00 a.m. 9 comentarios
Etiquetas: abstracta, cosas que le pasan a cr
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