Las palabras musicales diagramaron un juego,
furioso,
lleno de esa mansa furia
a la que sabe jugar el litoral,
o él.
La tipografía diminuta,
tímida y suave,
dio por fin un salto,
y logró desprenderse del papel,
danzar.
La mezcla amorfa de grises,
marrones,
azules
y negros arratonados
que es la C a las 8 a.m.,
substanció en
sauces,
tipas
y jacarandás.
Gracias Tin Tin por el préstamo.