miércoles, 21 de diciembre de 2005

Papa Noel era verde y se puso rojo por la Coca*

Mi estadía en Rosario se prolongó un poquito principalmente porque el martes por la noche daban en el cineclub “Con ánimo de amar”, película que tenía muchas ganas de volver a ver y más aún en pantalla grande o mediana. Además era una oportunidad para compartir en butaca con Prima Laura, las pelis de las que siempre hablamos por mail.
En el camino de ida hicimos una escala en uno de los nuevos Chopings que se establecieron durante este año en la ciudad. Yo odio esos centros comerciales y principalmente en esta época del año; tanto el ambiente como las marcas y los precios eran similares a los que se ven por acá, pero la cantidad de turistas casi nula. Pregunté quien tenía el poder adquisitivo para comprar, por ej, una muñeca o una camisa de $400, y me explicó mi prima que los fines de semana se llena de chacareros (que ahora viven de la soja) y que arrasan con todo. (No es que gente local no pueda hacerlo, pero convengamos que la mitad de las personas que salen con múltiples bolsas, repletas de objetos carísimos, de estos establecimientos son extranjeros.)

Por supuesto que a cuatro días de nochebuena era todo un despelote, en una búsqueda del toillete, mientras Laura compraba en un local, descubrí que había un espacio con una gran decoración Navideña y un pobre humano vestido de Papa Noel en el medio. Sigo observando y me doy cuenta que yo ya estaba rodeada de demasiados niños, unos sueltos y otros asidos de algún (i)responsable. Algunos formaban una fila detrás de Papa Noel para sacarse una foto con él mientras que otros directamente estaban escribiendo el pedido en un cartoncito como el de la foto.
Nada de esto que describo es novedad, ni gracioso sino fuera por, sí, una vez más, el cine. Inmediatamente recordé “Bad Santa”, película que se estrenó en enero de este año, es decir con un poco de retraso, ya que es una comedia ideal para disfrutar durante esta época: en medio de las fiestas. Si aún no la han visto vayan a buscarla a su video amigo, siéntense en un lugar cómodo, puede ser con un trago, pochoclos o amigos como compañía y ríanse a carcajadas. Después entren al shoping o a cualquier negocio donde haya un pobre disfrazado de rojo, obsérvenlo y ya no será lo mismo, se los puedo asegurar.
Queda inaugurada de este modo, aprovechando la volada, la serie de posteos que hagan referencia a las películas que más me gustaron en el 2005. Salud!


*Esta frase la dijo en mi casa una amiga, ella hablaba en serio pero no le salió, quiso explicar la historia de Santa Claus y su origen nórdico y la llegada de la Coca-Cola y bla bla, pero siempre usa un dialecto extraño y simplificó su idea en este sintagma glorioso.

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